El musical de Hercules de Disney finalmente estrenó en Londres, pero la crítica no está diciendo que nació un campeón…todo lo contrario.
Después de pasar por Central Park como parte del Public Theatre, luego moverse al Paper Mill Playhouse en Nueva Jersey y tener una temporada en Hamburgo, Alemania, el musical de Hercules está demostrando que no importa la distancia porque finalmente esta semana hizo su estreno oficial en West End en el Theatre Royal Drury Lane de Londres.
Después de dividir opiniones con dichas paradas anteriores que le sirvieron a Disney de tallereo, Hercules tenía la oportunidad de pasar de cero a héroe con la producción lidereada por Luke Brady (The Prince Of Egypt) en el rol principal y dirigido por Casey Nicholaw, mismo de Aladdin, pero de acuerdo a las críticas, el musical adaptado de la película animada de 1997 aún no está listo para que le hablen de amor porque no tiene a los especialistas contentos.
Esto es lo que se está diciendo:
Variety .- «¿Cómo haces a un caballo volar en el escenario? La respuesta: no lo haces. Cortaron al caballo. Pero, aunque el amigo de Hercules, Pegaso, se haya ido, en prácticamente todos los demás aspectos, la más reciente adaptación a teatro de Disney se ancla a su éxito animado de 1997. Pero casi 30 años después, las sensibilidades y la historia han cambiado. En lugar de tensión dramática, la película se sostuvo en una edición veloz, animación explosiva y personajes vigorosos, suavizar a esos personajes para los tiempos actuales desaparece el poco filo que le quedaba dejándole a todo una sensación sobre-coloreada en una incansable e inxorable producción».
Time Out .- «Los musicales de Disney tienen presupuestos enormes, y El Rey León es un constante recordatorio de que aún permaneciendo en el margen de las líneas del material original, creativos con osadía pueden lograr algo muy especial con ese dinero. Hercules, sin embargo, es una unidad genérica de entretenimiento teatral de Disney. Tiene encanto porque está adaptado de una película con encanto y gente talentosa trabajó en él, pero defintivamente no se va a convertir en leyenda».
Daily Mail .- «En vez de fuerza colosal este Hercules es admirado por su estilo – su toga es un ‘Hermes original’ – y de forma divertida firma autógrafos en tablets usando un cincel y martillo. Pero es un alma tan apacible que es difícil entusiasmarse por su aventura. El pobre hombre realmente necesita un cohete propulsor. Pero mientras en la película tenía a Danny DeVito doblando la voz de su entrenador personal mitad hombre, mitad cabra, Phil, el del escenario es un malhumarado restaurantero con una taverna mediocre llamada Medusa’s».
The Guardian .- «Luke Brady es un cantante excepcional, pero el personaje principal es más bien genérico, un galán demasiado formal por demasiado tiempo aún cuando se quiere parecer a Joey de Friends (¿por qué no?). El elenco alrededor de Brady es igualmente potente, vocalmente hablando, pero más alegres en su dialogar. El Hades de la película animada era una creación fabulosa con su cabeza eternamente prendida en fuego desde su Inframundo. Aquí, Stephen Carlile parece y suena como villano de pantomima, con todo y chistes de pastelazo. Dan ganas de abuchearlo cada que suelta una línea».

The Independent .- «Hercules tiene dos cosas que le impiden ir más allá de la distancia: una falta de artesanía teatral para crear momentos de verdadera sorpresa y apantalle, y una falta de consistencia en un libreto que no tiene una visión coherente de quiénes son estas figuras míticas y por qué deberían de importarnos. La película de Hercules tomó un escenario que para mucha de su audiencia era desconocido y lo hizo fascinante, convirtiendo lo lejano e impersonal de la gloria de una Grecia antigua en algo cálido, moderno y relevante culturalmente. El gigantesco equipo creativo de este musical no encontró la manera de replicar esa hazaña herculeana y esta historia ha perdido su status divino en manos torpes».
Digital Spy .- «Tomando en cuenta que se usan puppets en muchos lados, para dar vida a la Hidra y a otras bestias con las que Hercules batalla, es una lástima que la obra haya decidido no ser más fiel a la película. En particular el final sufre de esto dado que la pelea con la Hidra, que termina el primer Acto, es mucho más llamativa visualmente que la manera en la que el musical altera la batalla con los Titanes. Por suerte, supieron mejor no meterse con las Musas y eligieron en expandir sus roles. Ahora The Gospel Truth tiene seis partes y las Musas son más importantes al musical que incluso en la película, lo que nos hace casi perdonar (casi) que hayan hecho del número de Zero to Hero uno de ensamble».
New York Times .- «¿Cómo es posible que un show sobre un héroe tan magnánimo como Hércules sea tan aburrido? Ésa es la pregunta a responder sobre el musical cocinado por Disney que acaba de estrenar en el Theatre Royal Drury lane de Londres, tan sólo nueve meses después de que el venio le haya dicho adiós a Frozen, otra más de las adaptaciones desechables del cine al teatro del catálogo Disney».
What’sOnStage .- «Es un show donde es perfectamente posible pasársela bien, sin embargo hay algo faltando. El ingenio y calidez que hizo del clásico de 1997 algo emocionante ha sido reemplazado por algo mucho más mecánico y de mano pesada. Mientras seguimos a Hercules en su aventura por recuperar su estatus como dios, la entera odisea se siente como que no tiene corazón».
Parece ser que la más reciente aventura de Disney Theatricals podría necesitar las alas de un Pegaso que quedó cortado de la adaptación a teatro, y con críticas tan poco positivas es posible que su hilo de vida termine cortado por las Moiras antes de lo planeado. ¿O tú qué opinas?
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