Sophie, la actriz, ha dejado de ser actriz. No porque quiera, no, no fue decisión de ella, pero por un gen bipolar que la ha llevado a la locura y al pánico escénico y ahora que no es actriz… ¿quién es? ¿para qué sirve? ¿qué será de su vida? y ¿cómo puede regresar al teatro?

Estas son preguntas que una brillante Sophie Alexandre Katz se hace en el nuevo monólogo existencialista con el que Diego del Río debuta como dramaturgo además de director. El monólogo, poderosamente grabado en las instalaciones del Teatro de la Ciudad, ha hecho su estreno en la plataforma de Teatrix donde permanecerá el resto del fin de semana.

Sophie le habla a un espectador presente, que puede ser una o un millón, ella simplemente está contando su historia, con una cadencia pausada y nerviosa como habla el que quiere aguantar el llanto o el que se está acordando de algo realmente importante.

Coordenadas Sutiles de Diego del Río

Dentro de su relato cuenta la historia de su familia: generaciones y generaciones de excelentes actrices, algunas que incluso funcionaron con musas para los grandes dramaturgos de sus épocas. Algunas completamente cuerdas y otras tantas con el gen bipolar, que a Sophie le impide hablar, le impide llorar con lágrimas afuera de los ojos, le impide moverse y ante todo regresar al papel dentro de la producción del Rey Lear del cual estaba tan orgullosa.

Con Coordinadas Sutiles Diego del Río le vuelve a escribir una carta de amor al teatro, y para sorpresa de nadie, ahora también se la dedica a las actrices. Sus musas de toda la vida, que desde que era un director nobel han pasado por sus escenarios. Actrices como Diana Bracho, Adriana Llabrés, Ludwika Paleta, Paloma Woolrich y un largo etcétera al que ahora se une la fabulosa Sophie Alexander Katz.

Coordenadas Sutiles de Diego del Río

Sophie nos deja todo el tiempo con un suspiro atorado, el mismo con el que ella misma se está atragantanto. Su actuación es poderosa porque es minimalista, y tiene ritmo como el de una balada nostálgica que hace lo posible por recordarnos tiempos mejores. Y es ahí donde es tan fácil relacionarse con Coordenadas Sutiles, ¿quién no se ha sentido perdido en su propia piel? ¿Quién no ha sentido que ha perdido su vocación, que ya no se encuentra en los lugares en donde antes se sentía tan cómodo?

Sophie nos convence de que esos lugares no están perdidos sólo puestos fuera de lugar a momentos como Sophie, la actriz de decedendencia francesa, a momentos como su madre, una modista francesa que sólo quiere lo mejor para su hija, y a momentos como Sarah, su abuela, una inmigrante alemana con un pesado acento y una voz ronca que jamás aprendió a querer otra cosa que no fuera el escenario.

Coordenadas Sutiles de Diego del Río

Usualmente no soy aquél que más aplaude el teatro que trata de teatro, lo encuentro aburrido y como una palmadita en la espalda para sus propios creadores, pero en el caso de Coordinadas Sutiles sí se siente más como un homenaje a la pasión detrás de una carrera como la actuación, a la vocación y al sacrificio, y en ese sentido se vuelve universal, porque pasiones las tiene cualquiera, y motivos para perderlas también.

Coordinadas Sutiles en un saludo al teatro de generaciones atrás y hasta ahora, desde un Shakespeare con su Rey Lear y hasta los nuevos intentos del mismo Diego del Río que en este punto de su carrera sigue explorando por dónde más puede descubrir qué más puede hacer dentro del universo teatral. Es arriesgada y pasional, y en un foro como el Teatro Esperanza Iris se escucha como un fantasma que nos habla desde el interior de uno de los recintos más clásicos de la Ciudad de México. Una verdadera imperdible en el catálogo de Teatrix que sólo estará disponible por tres días y apurarse a verla es una franca obligación.

Coordinadas Sutiles se presenta en Teatrix jueves, viernes, sábado y domingo con un costo de $99 pesos para los que no tienen suscripción, y gratis para los que sí la tienen.