Hay obras y textos que son eternos y universales, se pueden montar y remontar cuando sea y siguen teniendo vigencia. Te Amo, Eres Perfect@…Ahora Cambia!, no es uno de estos textos. Con una mirada absolutamente noventera a las relaciones de pareja y los roles de género, la nueva apuesta de Juan Torres se siente fuera de época, poco graciosa en sketches con los que resulta muy difícil sentirse identificado, e incluso perjudicial para la lucha contra los estereotipos dañinos de género que como sociedad nos hemos dedicado a tratar de eliminar.

No es cuestión de manufactura. Tal vez «Te amo» es un gran musical para la Generación X y los Baby Boomers, pero uno muy poco funcional para Millennials y Centennials. Y eso es un problema.

Estrenado en 1997 Off-Broadway, I Love You, You’re Perfect…Now Change! (Te Amo, Eres Perfect@…Ahora Cambia!) de Joe DiPietro y Jimmy Roberts funciona como una serie de viñetas, quizá más al estilo de song cycle que de musical tradicional, cada viñeta retratando de manera cómica uno de tantos procesos complejos por los que transita cualquier relación en pareja. Que si somos honestos, son muy parodiables.

El problema con esta nueva versión del musical, que no es ajeno a los escenarios de México, es que más que una traducción, requería de una adaptación completa. Una reforma que le diera modernidad a un texto completamente recargado en clichés de género que ya no nos representan, y que es difícil encontrar chistosos.

El hombre ve demasiado futbol mientras su pareja ruega por su atención, la mujer compra demasiados zapatos, casarse es el fin último, si no tienes hijos tu familia no está completa, un hombre adulto aún soltero probablemente es gay (y juzgado por serlo), una mujer soltera está incompleta, un hombre no debe llorar en público si no quiere parecer una «mujercita», y absolutamente todas las parejas, todas, son heterosexuales. Cero diversidad, cero inclusión, cero del mundo en el que vivimos en 2022.

Todos los estereotipos anteriores, si bien vienen de un lugar fársico divertido no logran caer en blandito, y los chistes se ahogan inevitablemente en una continua sensación de cringe que no da risa. Cosa que levanta la pregunta, ¿por qué no arriesgarse? ¿Por qué no tomar un texto conocido y darle vigencia? Que sea él el adicto a las compras, que sea ella la adicta a conducir a toda velocidad, que haya parejas de todos tipos, colores y sabores. O bien, ¿por qué no localizarla en una década específica? Riámonos de cómo pensábamos en los 90′ y lo poco que habíamos entendido de los roles de género en ese entonces; pero la atemporalidad del montaje lo lleva a flotar en el limbo de lo arcáico.

No ayuda además la dirección de Ricardo Díaz, que bajo la premisa de «más es más», crece a sus actores y provoca que lo escrito en texto se canibalice con actuaciones de extrema caricatura.

No es casualidad que los dos momentos más triunfales del musical sean: «Así Puedo Vivir» donde dos viejitos intentan ligar en un velorio, número que le permite a Efraín Berry y a Lola Cortés jugar con lo irreverente de la situación mientras interpretan a abuelitos achacosos desde un lugar que se siente honesto y no falseado; y «Satisfacción Garantizada» que lleva al límite la bien conocida obsesión por la demanda legal de los gringos hasta la cama de las parejas, que pueden utilizar a un abogado cuando no reciben suficiente placen sexual. Incisivo, al punto, sorpresivo, enormemente divertido y sin ningún tipo de cliché bochornoso.

No deja de ser un placer ver a Efraín Berry y a Fede Di Lorenzo dejarlo todo en cada personaje. Buscar la voz y el gesto perfecto, aún cuando están siendo orillados a sobre cocinarse. Y sus voces siempre serán un deleite. Con «¿Crees que nuestro amor se terminó», Federico deja a un lado la broma fácil y consigue un número realmente emotivo; no sucede de la misma manera con las mujeres del montaje, Lola Cortés y Chantal Andere, que se dejan arrastrar por completo hacia la absoluta caricatura plástica y batallan mucho más por aterrizar su comedia. A pesar de eso, el número de «Rosita Juárez» de Chantal tiene todo para ser entrañable.

Donde Te Amo, Eres Perfect@…Ahora Cambia! triunfa absolutamente es en su diseño de escenografía e iluminación, por parte de Óscar Acosta (que también estará alternando entre el elenco). Un colorido trabajo inspirado en el arte pop de Roy Lichtenstein, cosa que hace muchísimo sentido, tomando en cuenta que los personajes de Lichtenstein nacen de la tira cómica referencial al melodrama del amor platónico, a manera de un gran muro lego que se va abriendo y cerrando, una, para dejar ver a los dos músicos en escena, y dos, a una variedad de objetos estilo pop up book que van construyendo los escenarios.

«Te amo» seguramente encontrará a su público, y estoy seguro que hará reír a muchos que suelen visitar el Teatro Hidalgo en busca de comedia y ligereza; pero el teatro más allá de entretener debería siempre intentar dar ese pasito adelante en términos de vanguardia, y reflejar a una sociedad que llega a la butaca buscando historias que se sientan pertinentes a su presente, a su actualidad.

Al musical se le puede amar si se le ve con ojos de neutralidad e inocencia ciega, pero definitivamente está lejos de ser perfecto. ¿Y cambiar? En tiempos de «ahora», sí, definitivamente le tocaba hacer lo suyo para hacer latir el corazón de los Don Juanes y Bombones que ya no se compran el numerito del rosa es para niñas y el azul para varoncitos.

Te Amo, Eres Perfect@…Ahora Cambia! se presenta Viernes, Sábados y Domingos en el Teatro Hidalgo.