La súper producción de Disney en Broadway recibió tan sólo 3 nominaciones a los Premios Tony, eso es una cuarto de las nominaciones que recibieron el resto de las producciones musicales en competencia. Nos dimos a la tarea de descubrir qué fue lo que pudo haber pasado y esto fue lo que encontramos.

El martes pasado se anunciaron las nominaciones al Tony y oh sorpresa, a pesar de que la esperada (y carísima) Frozen sí está batallando por una estatuilla como Mejor Musical del Año, ésa es de las pocas categorías en las que el nombre siquiera aparece mencionado. Mientras obras como SpongeBob SquarePants The Musical o Mean Girls recibieron 12 nominaciones, The Band’s Visit o Carousel, recibieron 11 o My Fair Lady, 10, Frozen se quedó tan sólo con tres y nada para su elenco. ¡Y Frozen era la gran apuesta del año!

Dado que no podemos saber con certeza qué pudo haber pasado por la cabeza de la academia detrás del Tony, nos dimos a la tarea de revisar la crítica tras el estreno de Frozen para saber cuáles fueron las opiniones de los expertos, y creemos que entre estos comentarios se encuentra la respuesta al franco mirar para otro lado de los Premios.

Por ejemplo esto que escribió Variety:

«Si hay un punto en el que exista una trama, es una bastante endeble. Hay un intento patético de hacer del ambicioso Duque Weselton el villano, pero el verdadero conflicto, la razón de drama, todo es interno -Elsa batallando con ella misma- y eso es difícil de dramatizar (…) Por más que Anna entona sobre lo emocionante que es vivir y estar enamorado, Frozen le pertenece a Elsa, quien tiene la estatura heróica y el defecto trágico de una verdadera heroína -pero sin villano a quien vencer en batalla…qué desperdicio».

O esto que dijo The New York Times:

«De formas que son ambas, exitosas y no tanto, puedes sentir al director Michael Grandage y a su equipo de diseño (Christopher Oram en escenografía y vestuario, Natasha Katz en iluminación) tensarse para crear algo artísticamente del tamaño de lo que promete el precio del boleto».

Y luego:

«Estos dos elementos de Frozen -lo bobo y lo sombrío- no se logran combinar visualmente, musicalmente o emocionalmente. La docena apróximadamente de canciones que se escribieron para la obra se sienten forzadas para los momentos y como resultado, aunque en una o dos veces son encantadores, no cuadran».

Y por si fuera poco:

«Lamentamos decir que ninguno de los efectos especiales son especialmente efectivos, sólo nos recuerdan que hay cosas que no funcionan del todo bien en un escenario».

Y esto que escribieron en The Hollywood Reporter:

«Para cualquiera que esté esperando algo que no sea un refrito de la película al escenario esta carísima producción les parecerá poco inspirada. Bajo la dirección de Michael Grandage, no todo en Frozen está mal, pero sí evidencia señales de una lucha por encontrar un tono único y consistente, y de encontrar el centro que está inherentemente bifurcada al tener a dos heroínas separadas durante la mayor parte de la acción. Termina por ser meramente adecuada, una copia blanda que debió haber sido memorable por sí sola».

O esta cita de The Guardian: «A momentos se siente menos que la película».

O ésta de Vulture: «La mayoría de las nuevas canciones, aunque son tiernas y funcionan, también se sienten genéricas, y la decisión de tomar la ruta digital para mucha de la magia de Elsa -animaciones proyectadas en varias pantallas- es ambas, entendible, pero decepcionante a momentos».

Y ya para no dejar, ésta de Deadline: «El libreto de Jennifer Lee se siente apresurado, más preocupado por ir al ritmo que impuso la película pase lo que pase, que por tomarse el tiempo de disfrutar a los personajes que el público tiene que llegar a querer».

De acuerdo a lo que entendemos, mucho del problema es la ausencia de los momentos de acción que sí existen en la película -como la persecución de los lobos, todas las interacciones con los trolls o la pelea con el hombre gigante de nieve- que al haber sido removidos de la obra, dejan a Anna y a Elsa sin mucho que hacer excepto cantar.

Después de leer esta porción de críticias (que literal son las primeras en aparecer en Google, ni siquiera tuvimos que buscar tanto) creemos que queda muy claro por qué Frozen básicamente quedó fuera de la competencia para los Tonys. Triste tomando en cuenta los $360 dólares del precio del boleto.

¡No olvides revisar la lista completa de nominados al Tony aquí!