Increíble, pero cierto, el actor que por tantas películas hizo al Profesor Snape para las cintas de Harry Potter expresó cierta frustración con el personaje en cartas póstumas recién encontradas.

No es nada tan grave como se están imaginando, pero sí es verdad que Alan Rickman dejó entrever que en algún momento tuvo conflictos con el personaje de Snape durante las grabaciones de Harry Potter. 38 cartas y documentos pertenecientes al actor han sido encontrados y próximamente serán vendidos en una subasta por parte de Neil Pearson Rare Books.

Entre esos documentos se encuentran cartas escritas por el actor y notas dedicadas a él escritas por otros personajes relacionados con el universo de Harry Potter como la misma J.K. Rowling y, claro, Daniel Radcliffe.

En una de esas cartas, el productor David Heyman le agradece en 2002 a Rickman por haber sido parte de ‘The Chamber of Secrets’ y en ella le dice: «Yo sé que a momentos lo encuentras frustrante, pero espero que sepas que eres una parte integral de estas películas y que eres brillante».

¡Que alguien nos explique bien la historia detrás de ese enunciado!

En otra nota llamada «Dentro de la cabeza de Snape» que Alan Rickman escribió durante la grabación de The Half-Blood Prince, el actor parece quejarse de algunas decisiones de su director, David Yates, y dice: «Es como si David hubiera decidido que esto no es importante en el gran panorama, por ejemplo, el interés de la audiencia juvenil».

¿Qué habrá estado pasando por la cabeza de Rickman durante estos momentos de frustración? Sólo el fallecido actor sabrá, y nosotros nos quedaremos eternamente con la duda.

Lo que sí sabemos es que, antes de terminar de escribir los libros, J.K. Rowling le ofreció un pedazo de información a Rickman sobre Snape, algo que no sabía nadie más en el mundo, y que eso lo hizo interpretar a un personaje más complejo. Incluso el mismo Heyman llegó a confirmar en entrevistas, «Un director le podía decir a Alan qué hacer en la escena, y él contestaba algo como ‘No, no puedo hacer eso – yo sé lo que va a suceder y tú no'».

Las cartas de Alan Rickman están valuadas en un precio más al millón de dólares y dependerá del que termine siendo su dueño si decide revelar más sobre su contenido o quedárselo como parte de una colección secreta y privada.