Si somos muy honestos, Algo De Un Tal Shakespeare estrenó hace -básicamente- siete años, y a estas alturas es raro hacer un review sobre una obra tan querida, tan popular y tan exitosa como ésa en México; pero, aprovechando que hzio su re-estreno oficial en el Foro Shakespeare, y que estará en temporada hasta el 31 de Octubre, y más importante aún, que en El Aquelarre jamás habíamos tenido oportunidad de escribir sobre ella, que quede aquí nuestro testimonio de cuánto la amamos, y aunque llegamos tarde a la fiesta, ahí les va… nuestro review.

Le llamaríamos «Shakespeare for dummies», pero la realidad es que Algo De Un Tal Shakespeare es mucho más que eso. Es un montaje irreverente que hace oda, homenaje y parodia a la obra de William Shakespeare, sus compulsiones, sus paradojas, las muchas distintas maneras de entenderlo, y hasta las supersticiones que han nacido de sus textos, y que al día de hoy permanecen vigentes.

Foto: Rodrigo Becerra / @estudio.becerra.acosta

Es obvio desde el segundo uno que uno llega al teatro a ver Algo De Un Tal Shakespeare que la obra no estará montada en un formato en absoluto clásico. Antes de la tercera llamada, hombres y mujeres (con cierta voz de muppet) usando cascos bicicleteros y cucharas como armas, te reciben como si pertenecieras a la milicia, dándote órdenes y organizando al público de una manera absolutamente cómica. Sobre el escenario, Adrián Vázquez (actor, dramaturgo y director de la puesta) y Sara Pinet (su mano derecha y mejor compañía) se dedican a esculpir marionetas hechas con frutas y verduras y a otorgarles los nombres de los diversos personajes de Romeo y Julieta.

Para cuando se da la tercera llamada, la magia teatral poco convencional comienza, y de qué manera. Adrián y Sara relatan en resumidas cuentas la tragedia de los Amantes de Verona usando las frutas y verduras como marionetas, otorgándole al dramático texto de Shakespeare una textura guiñol absolutamente creativa y cómica hasta los huesos. Adrián y Sara entran y salen de la narración, a veces haciendo el comentario editorial sobre lo que está pasando, normalmente hilarante, y a muchos otros simplemente jugando con vocesitas y sus manos, como si fueran niños, destazando verduras al por mayor conforme los personajes de Romeo y Julieta comienzan a morir.

Cuando termina el relato, Adrián Vázquez y Sara Pinet salen del guiñol para convertirse en analistas casi naive de la obra de Shakespeare, y comenzar a platicar con el público, como si de una charla entre amigos se tratara, sobre por qué el dramaturgo inglés es probablemente el mejor de la historia. Y lo hacen de una manera entretenida y encantadora, que además los lleva a gritar como Mel Gibson en Braveheart (aaaaaaagh!) cada que se menciona el nombre de William Shakespeare, como una señal de respeto a su belicismo.

Foto: Rodrigo Becerra / @estudio.becerra.acosta

Y para probar lo maravilloso de Shakespeare, y también su obsesión con asesinar mujeres, judíos y negros de la manera más grotesca (que no, que no viene de un lugar de racismo o discriminación, dicen ellos) montan nuevos teatritos para resumir otros dos de los grandes éxitos del escritor: Macbeth y Titus. Ambos presentados con la misma creatividad que Romeo y Julieta, donde en Macbeth el fuego representa muerte y vaya que hay llamas por doquier, y en Titus los actores se tienen que proteger hasta los dientes porque arman en pleno escenario una divertidísima guerra de verduras, globos de agua y líquido sangriento digna de un batallón.

En 2014 Algo De Un Tal Shakespeare hizo su estreno en México, y en esa fecha Adrián Vázquez y Sara Pinet se consolidaron como la dupla de fantasía del teatro nacional. Qué manera de usar la teatralidad a su favor, de aprovechar elementos poco convencionales para contar historias que se han contado y re-contado cientos, miles de veces, de hacer reír con una frase…un gesto, de divertirse en escena y provocar que esa diversión que claramente están disfrutando ellos sea enormemente contagiosa, de convertir a William Shakespeare en un ser humano de carne y hueso, y a sus personajes, tantas veces hablados en un inglés antiguo y ceremonioso, en hombres y mujeres si no simples, porque complicados eran, sí aterrizados.

Foto: Rodrigo Becerra / @estudio.becerra.acosta

Algo De Un Tal Shakespeare es la obra perfecta para entrarle a la gran leyenda que es William Shakespeare. Es la obra para ir a reír y ser partícipe de un franco espectáculo, que después de pandemia nos viene bien en cuanto a ligereza. De disfrutar de la genialidad que son Adrián Vázquez y Sara Pinet juntos. De revivir tres clásicos normalmente contados de manera trágica, con una absoluta frescura cómica que demuestra que el género le pertenece al narrador, y, para los nuevos teatreros, de conocer con una de sus mejores (una de muchísimas) la belleza del trabajo de Adrián Vázquez como creador, a quien le debemos varios de los que actualmente ya son clásicos modernos del teatro mexicano. Una puesta que se ha ganado su lugar en el Paseo de la Fama de nuestra cartelera, que encima de todo es un gozo ver una y otra vez de manera incansable.

Algo De Un Tal Shakespeare se presenta viernes, sábados y domingos en el Foro Shakespeare.