Al más puro estilo del teatro del absurdo, cargado como espresso de existencialismo, dos personajes se enfrentan contra El Hoyo, mientras un tercero parece haber salido de él. ¿Qué es el hoyo? Tantas cosas y ninguna. Mucho que podemos asumir y otro tanto que podemos dejar fluir, lo importante aquí es que tres actores se entregan al goce del juego teatral y eso es fascinante.

El Hoyo, obra de teatro

Fernando Bueno, director y dramaturgo de El Hoyo se regresa a una tendencia de los 60 pata aterrizar en el teatro del absurdo y regalarnos su idea de un Esperando a Godot en dos personajes que sin mayor contexto se enfrentan a la existencia de un muy literal agujero que simplemente existe en su pequeño universo. Un hoyo que los obsesiona y en torno al cual gira su entera razón de ser.

El Hoyo, obra de teatro

Diálogos repetitivos que no llegan a ningún lado, acciones grandotas de espontáneas motivaciones y una trama que pareciera sólo ser una serie de preguntas, mantienen a Mut y a Goupi enfrentándose una y otra vez sin llegar nada. Sin salir de ningún lugar tampoco. Mientras ella odia pensar y por tanto las preguntas la meten en crisis, él no tiene más que preguntas para ella, y El Hoyo, ubicado donde el público va sentado, los compele a vigilarlo.

El Hoyo, obra de teatro

Mientras su mundo se ve apagado y prendido al tiempo que olvidan sus nombres y escuchan a otros que no están presentes, El Hoyo finalmente da un paso en el tablero y los enfrenta a Skit, un personaje tan lúdico como ellos, incapaz de hablar en un sólo idioma, teniendo tantos en su cabeza, que viniendo del agujero de incertidumbre no tiene otra cosa que profetizar que no sea desierto infinito.

El Hoyo, obra de teatro

Hay dos cosas intrigantes de la puesta de Fernando Bueno y la primera y más importante es su compañía de actores. Entregarse al absurdo donde el constructo del personaje se teje de aire y el arco narrativo es un electrocardiograma en vez de una línea recta no es un juego fácil que jugar, pero un campo minado. El ridículo, la corporalidad disonante y la absoluta falta de rigidez dominan la actoralidad que en manos de muchos podría hundir la puesta en instantes, pero Jazmín Tirzo, Juan David Castaño y Axel Ivy Hernández la abrazan de forma tan carismática que su mera presencia en giros insensatos es suficiente para dar vida a lo más absurdo.

El Hoyo, obra de teatro

Y segunda, los mil y un significados que le podemos otorgar al Hoyo. ¿Es conocimiento, es evolución, es religión, es superación, es un placebo, es nada, tal vez ni siquiera existe, es un bien mayor, es un peligro, es ansiedad, es miedo, es futuro? Es y no es. Podemos otorgarle nombres y a todos atinaremos y con ninguno lo haremos. Lo importante aquí es que cada quien en ese público tiene un hoyo que mantiene a raya y no termina de enfrentar, y el espectador sabe cuál es, y a ése sí le puede poner nombre, tal vez hasta cara, y en ese sentido El Hoyo es mega universal.

El Hoyo, obra de teatro

Más allá de la incertidumbre hay una cosa cierta para Mut, Goupi y Skit, una vez que contactan y conectan su universo no tiene manera de ser el mismo, al menos por unos instantes. Y la puesta hace una cosa muy bella con el diseño de iluminación. Otorga guiños, dirige y participa. El color y la intensidad de la luz cambian conforme los personajes se enfrentan a lo nuevo o lo antes evitado, y un paraguas de leds que cubre el techo del Foro Lucerna como telaraña va repartiendo una calidez amarilla a distintos huecos para recordarnos que aunque lo pareciera no todo es circuito, pero hay movimiento. Mut y Goupi están cambiando ahí donde parecieran estancados.

El Hoyo, obra de teatro

A veces risible, a veces eludible, este pequeño ejercicio en teatro del absurdo tiene mucho encanto. Hay algo de mágico en sus tres inauditos personajes y algo de tierno en entenderlos como sujetos en una Caja de Petri. El Hoyo podrá no ser para todo mundo porque el formato pide mucho de una audiencia que no sabe qué va a recibir a cambio, pero para el que se suelta y entra por el agujero de conejo, la bajada por la madriguera es una aventura que no se disfruta por la entrada o la salida, pero por las vueltas que da uno ya adentro.

El Hoyo se presenta los miércoles a las 8:30pm en Foro Lucerna.