La nueva película de Eugenio Derbez, ahora con la estrella de la comedia americana, Anna Faris, está por estrenar en nuestro país y la pregunta que todo mundo se está haciendo es…¿vale o no la pena?

Discúlpenos por ser precavidos, pero entre las No Manches Frida, los Latin Lovers y las Hazlo Como Hombre no siempre nos sentimos seguros de la calidad de una película cuando vemos a ciertas estrellas de cine mexicanas en el poster -siendo brutalmente honestos- así que no nos parece del todo injusto que lo primero que nos preguntemos al ver el cartel de Overboard con Eugenio Derbez y Anna Faris sea…¿la veo o ni me molesto?

De entrada, Overboard (Hombre Al Agua) es remake de una excelente comedia de 1987 con Goldie Hawn y Kurt Russell, dirigida ni más ni menos que por el rey de las rom-coms, Garry Marshall (Pretty Woman), o sea que Eugenio Derbez, como productor, tenía un gran peso sobre los hombros al elegirla y no sólo eso, pero al quererle dar todo un toque latino. La historia se decidió cambiar para voltear los papeles, de modo que el que está interpretando Eugenio en ésta es el que Goldie Hawn hacía en la original y la trama se tropicalizó para poder incluir varios nombres mexicanos en los créditos.

Overboard va de un hombre millonario, que nunca ha trabajado un día en su vida dado que vive del dinero de su papá (Fernando Luján). Es mujeriego, parrandero, y especialmente déspota con la gente a su servicio, entre ellos, Kate (Anna Faris), una mujer que malabarea dos trabajos para poder mantener a sus tres hijas y estudiar enfermería a la vez con tal de salir de paso. Para mala suerte de Leonardo-el-millonario-seductor (Eugenio Derbez) durante una noche de borrachera, cae de su yate y aparece a la mañana siguiente en la playa con un terrible caso de amnesia que no le permite recordar ni su nombre.

El enredo comienza cuando Theresa (Eva Longoria), la mejor amiga de Kate, la convence de pretender ser su esposa para poder vengarse de él, usarlo para que trabaje como el hombre de familia que lo va a hacer creer que es, en lo que ella estudia para sus exámenes de enfermería, y darle una cucharada de su propia medicina; lo cual se facilita cuando la hermana de Leo, Magda (Cecilia Suárez) decide hacerse de la vista gorda y pretender que su hermano ha muerto con tal de heredar el negocio familiar que el papá tiene pensado darle a él.

La película tiene momentos de absoluta risa honesta, especialmente creados con la interacción entre Eugenio Derbez y Anna Faris que funciona a nivel batalla de diálogos y gestos bobos -en los que ambos se especializan. Y resulta sorprendentemente cálida y poco escatológica (para lo que Derbez nos tiene acostumbrados)…poco, mas no nulo.

No se escapa, sin embargo, de la comedia slapstick de franco pastelazo en los momentos en los que se enfoca en escenas de comedia física pertenecientes a un humor básico de caídas y golpes; y Anna Faris, aunque atrapada en el personaje más aterrizado cuando ella brilla mucho más en el rol estrafalario, le otorga corazón a la comedia, mientras Eugenio hace lo suyo con voces que a momento caen en lo «Federico Peluche» y en otros instantes se siente mucho más fresco, novedoso y francamente gracioso.

Tristemente el resto del elenco mexicano, desde Mariana Treviño y hasta Jesús Ochoa, Adrián Uribe y Omar Chaparro quedan encarcelados en los mismos personajes repetidos que les hemos visto una y otra vez y en los que se sienten demasiado cómodos como para crear algo diferente; mientras Eva Longoria, Josh Segarra y Mel Rodriguez se roban los momentos memorables del cast secundario, dejando a Ceci Suárez como la única con sello nacional verdaderamente buscando aspectos graciosos en su personaje y no sólo meramente funcionales.

Verla o no verla, es la pregunta, y nosotros contesaríamos con un «sí». Definitivamente Overboard está por encima de una Latin Lover y a pesar de que no logra capturar la diversión desenfrenada que provocaba querer ver una y otra vez la original, sí consigue sus propios instantes de comedia sofisticada-pero comercial, y le permite mostrar a Eugenio Derbez un carisma más natural que el pretendido en sus personajes de caricatura que le conocemos bien.