Benda’ Muxe’ no es sólo un cabaret que abre una ventana a las historias de las Muxe en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, divertido como doloroso, es un documento, como pocos, quizá ninguno en el teatro, sobre las vivencias reales de una poblacion que ha dejado huella en el país mucho antes que la conversación sobre géneros no binarios y expresiones trans llegara a otras ciudades, a otros estratos.

Si hay alguien que siempre se ha preocupado por dar visibilidad y representación a varios grupos minoritarios en México, ése es César Enríquez, que ha dado voz a mujeres trans, queer, trabajadoras sexuales, colores diversos, personas no binarias, como muy pocos pueden presumir de haberlo hecho en México. Con Benda’ Muxe’ entra en otro territorio, literalmente geográfico, y fuera de lo que muchos podemos decir que conocemos: las personas Muxe del Istmo de Tehuantepec.

Benda Muxe de César Enríquez

Para los que conocemos o hemos oído el término, que viene del zapoteco, las Muxes pertenecen a la diversidad sexual. Nacidas de sexo masculino, asumen roles de género femenino, en lo social o lo sexual, y como muchas personas que en el presente batallan con la estricta dualidad de género, se enfrentan contra todo tipo de resistencia, discriminación y violencia. No se consideran ni trans ni homosexuales, sino un tercer género dentro de su cultura. Una cosa es saberlo, otra muy distinta es conocerlo de primera mano. Con Benda’ Muxe’, César Enríquez y Luis Montalvo (co-director) abren el escenario a personas Muxe reales (sólo una de ellas es actriz fuera de esta obra) para que sean ellas las que cuenten sus historias, no desde lo pretendido, pero desde la vivencia interna, ficcionalizada para dar paso a una historia de cierto realismo magico, pero lejos de ser un invento.

Benda Muxe de César Enríquez

De hecho, Benda’ Muxe’ nació de un laboratorio escénico, creado por César Enríquez en Oaxaca, para que realmente fueran ellas las que dieran forma a esta historia de manera auténtica y única. No hay fabricación en este espectáculo y ahí radica no sólo su belleza, también su importancia, su pertinencia.

Así nacen Poca Luz, la Pascuala, la Tortolita y la Tía Sonia, cuatro personas Muxe esperando en una especie de limbo después de su muerte, lo que sigue, sin saber cómo llegar allá. Cuando un hombre se presenta entre ellas, en lo que debería ser un purgatorio exclusivo para Muxes, las cuatro aprovechan para contarle sus historias en un intento por descubrir quién es él, y de paso encontrar eso que las mantiene ancladas a un pasado terrestre que no las deja trascender.

Benda Muxe de César Enríquez

Claro, los relatos no pueden sino ser de pronto dolorosos y abrir los ojos. Historias repletas de discriminación, violencia, soledad, aislamiento, pero Benda’ Muxe’ está lejos de ser una taciturna experiencia, no. Las cuatro narradoras ya pasaron por ahí, ahora beben, cantan, bailan y discuten como espíritus chocarreros en cantina, interesadas en celebrar una vida que fue, y no una farsa que otros hubieran empujado porque vivieran. La obra es un cabaret repleto de risa, música, y en toda honestidad la inevitable lágrima, todo envuelto en un chal de hermandad que nos viaja al Istmo y nos permite conocer quiénes son las Muxe más allá de una definición de diccionario.

Benda Muxe de César Enríquez

Benda’ Muxe’ no es un estreno. César Enríquez y la compañía han tenido la fortuna de poder presentarla en varios lugares: Bar el Vicio, Teatro la Capilla, el Foro de las Artes, etc, con cortas temporadas o únicas funciones que con suerte en algún futuro se pudieran convertir en una estadía más longeva. Porque ésta es una obra que se tiene que ver. Porque las cinco personas que la interpretan, la cuentan, la viven, y muy importante, la disfrutan, son entrañables hasta el cuero. Porque es increíble la forma en la que podemos llegar a conocer más de otras culturas más lejanas, que de las que tenemos aquí en el país. Que han dado forma a nuestra historia y que tienen un legado vivo a pocas horas de donde nos sentamos en una butaca en la capital.

Benda Muxe de César Enríquez

Así que toma en serio estas palabras. Si en algún momento la ves anunciada, porque vuelve y volverá, no pierdas un segundo en tratar de conseguir un boleto para la pachanga de jotería que Poca Luz, la Pascuala, la Tortolita y la Tía Sonia, pasando por varios géneros, y hasta haciéndole homenaje a las telenovelas de la forma más divertida posible, tienen para ti. No hay otra obra como Benda’ Muxe’, no es algo que puedas ver en otros lados, que encuentres similares. Tanto como la gente que lo hace posible, este cabaret es único, y en el limbo se atora el que no ha pasado por ahí.

Benda’ Muxe’ está fuera de temporada por el momento. Pero mantente atento a la cartelera.