Matthew Prescott se estrenó con Billy Elliot y se consagró con Phantom of the Opera y ahora viene a México a impartir una master class al estilo Broadway.

Este tres de febrero, algunos suertudos tendrán la oportunidad de recibir una master class directo de uno de los bailarines que ya transpiró sangre, sudor y lágrimas en Broadway y sabe muy bien de lo que está hablando: Matthew Prescott, actualmente co-director artístico del programa de teatro musical intensivo de The Joffrey Ballet School que impartirá el curso en GuzArt, y luego nuevamente en verano con estrellas de Nueva York para acompañarlo.

Aprovechando la ocasión, nos pusimos en contacto con él para platicar de qué es lo que se necesita para estar en las grandes ligas, y agárrense, porque los consejos que está dando no se deben tomar a la lígera.

Matthew, cuéntanos de ti, ¿de dónde nace tu amor por el baile y cómo fue que acabaste en Broadway?

Crecí en un pueblo muy pequeño en Idaho. De hecho, crecí como cowboy en un rancho de vacas, y de muchas formas mi experiencia se compara con la de Billy Elliot. Donde crecí hice mucho teatro comunitario, muchos musicales y pertenecía a un grupo de baile local, pero no era mucho porque igual mi pueblo era como de 7,000 personas.

Así que me fui a estudiar fuera y así fue cómo entré a Joffrey Ballet, que fue mi primera compañía de ballet. Empecé con ellos a los 19. Realmente me gustaba el mundo del ballet, siempre sabiendo que quería hacer teatro musical. Así que audicioné para Billy Elliot. Ya estaba en Broadway e iban a empezar el tour, y me quedé. Luego como un año después me volvieron a contactar y me ofrecieron el puesto de Coreógrafo Residente. Básicamente me tocaba estar al lado del show junto con otros dos creativos. En esa posición aprendí muchísimo, fui capaz de ver cómo funciona la estructura completa, cómo hacer que un musical funcione, cómo dirigir a gente, así que fue muy valioso.

Matthew Prescott, bailarín de Broadway

Luego en Nueva York audicioné para The Phantom of the Opera y tuve la suerte suficiente de quedarme con la chamba. Ser parte de ese cast fue una experiencia extraordinaria. Ahí fue donde conocí a la mayoría de mis compañeros con los que ahora trabajo y produzco estos eventos educativos.

Me gusta que le puedo llevar ese bagage a mis estudiantes: el mundo del ballet, de la danza contemporánea, del teatro musical. Eso es lo que se necesita para ser un bailarín en Broadway, tienes que ser versátil. Hay ballet en broadway, hay jazz, tap, contemporáneo, hasta hip hop con cosas como Hamilton, así que tener un fondo tan amplio me ha resultado muy útil.

¿Cuál sería tu consejo para la gente que se está preparando en México para estudiar teatro, canto, danza?

Yo siempre le digo a mis estudiantes que todo es posible con el suficiente trabajo y dedicación. Tienen que entender que no va a ser fácil, que nadie se los va a regalar. Hay muy pocos que se sacan el ticket dorago, para el resto de nosotros es como un maratón, y uno tiene que estar preparado para las subidas y bajadas. Pero tener pasión, ésa es la razón por la que te levantas todas las mañanas y lo intentas.

Cuando yo era bailarín, todo mundo decía que sólo había una manera de hacer las cosas, tienes que ser esto, tienes que tener tu compañía, tienes que tener este tipo de cuerpo, y no había manera de salirte de ahí, pero eso no pasa en el mundo real. Hay muchísimas oportunidades.

Matthew Prescott bailarín de Broadway y Ballet

¿Cuál es tu género de baile favorito y cuál crees que sea el esencial para volverte un bailarín completo?

No sé si tenga un favorito. Tal vez algo con lo que me sienta cómodo. No sé si me sentiría lo más cómodo en el hip hop, por ejemplo, pero igual lo haría y me la pasaría bien.

Es esencial para los artistas técnicos tener estructura. Creo que todos los bailarines estamos de acuerdo en que el entrenamiento en ballet es el que mejor estructura te da, porque te permite entender el lenguaje de la fisicalidad. No significa que tengas que ser el mejor bailarín de ballet del mundo, pero es una manera de entender, omg, tengo dos pies y se coordinan con mi hombro.

Pero uno tiene que ser completo. Si eres un buen bailarín, métete a clases de hip hop o de tap. El mundo de Broadway lo abarca todo. Wheelden, bailarín de ballet, ganó el Tony por An American In Paris, el más reciente en ganarlo por Carrousel fue Justin Peck, y él es coreógrafo residente en la compañía de ballet de Nueva York; pero también está Hamilton, que es danza contemporánea y hip hop, o el hazz a la antigua de Hello, Dolly! -que ustedes tienen ahorita en México. Al final del día, tener técnica hace todo posible.

Matthew Prescott de Billy Elliot y Phantom of the Opera

Se ve que conoces de teatro en México, ¿qué producciones te ha tocado ver aquí y cuál es tu percepción de nuestra industria?

No sé si he visto muchas producciones en los años que llevo viniendo a México. Sé que están haciendo Hello, Dolly!, que tuvieron Lion King, tienen producciones grandes de Broadway. Sé que tienen teatros hermosos, y sé que Mauricio Salas es una figura importante ahí, el nivel es muy alto. Siempre me impresiona el talento de mis estudiantes mexicanos, pero no sólo el talento, también la pasión y las ganas.

¿Qué podemos esperar de tu master class?

Es una introducción a lo que hacemos en The Joffrey Ballet School. Estoy en Ciudad de México haciendo audiciones para nuestro programa de verano. Dirigimos un taller de cinco semanas de teatro musical en Nueva York y luego nos vamos una semana completa a Londres.

Y además trabajamos con estrellas de Broadway. Por ejemplo, este año van a trabajar con la actriz que interpretó a Elphaba en Broadway el año pasado. Los va a ayudar a preparar una audición y lo estarán haciendo con material de Wicked.

Este año también vamos a hacer una cosa nueva porque vamos a traer Broadway de Nueva York a México en un curso intensivo de una semana el 22 de abril. Vamos a hacer un taller de musical, vengo yo, viene Michele McConnell, que fue Carlotta por seis años en The Phantom of the Opera, y también viene Sharrod Williams, que acaba de estar en el revival de Cats y en Hamilton. La idea es compartir Broadway con nuestros estudiantes de aquí.

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