La respuesta es «sí», pero ahora están aprendiendo mucho del teatro. Platicamos con Alfredo Atayde sobre los circos en tiempos de Cirque du Soleil y protección animal y nos contó cómo le han hecho para sobrevivir 130 años.

«Renovarse o morir» es la frase de Alfredo Atayde, quien al frente del Circo Atayde Hermanos está por celebrar los 130 años de vida de un espectáculo al que le ha tocado pasar por las peores con la audiencia millennial. Estamos hablando del Circo que históricamente usaba figuras animales para atraer a su público (como pueden ver aquí abajo) en tiempos en los que era aplaudido y emocionante ver a un tigre atravesar un aro de fuego; pero que ahora, con un cambio de mentalidad que rechaza ese tipo de prácticas, han tenido que voltear hacia los espectáculos teatreros para innovar y renovar su imagen.

Circo Atayde Hermanos.

Carteles vintage del Circo Atayde Hermanos. Cortesía: Circo Atayde Hermanos.

«La esencia del circo tradicional no la perdemos pero ahora tenemos un productor, un director de escena, bailarines profesionales, un primer actor, Esteban Provenzano -que es nuestro maestro de ceremonias, baila, canta, actúa, nos lleva de la mano por este recorrido de dos horas de función- iluminación, diseño de audio».

Incluso ahora que Atayde termina temporada en la Carpa Astros -por última vez después de más de 60 años- Alfredo está considerando montar el espectáculo sobre un escenario a la italiana (es decir, butacas de un lado, auditorio del otro), tal vez en algún teatro.

Circo Atayde Hermanos

Cortesía: Circo Atayde Hermanos.

Esteban Provenzano, por ejemplo, salió del teatro. Bueno, salió de Argentina originalmente, pero en México nos ha tocado verlo en musicales como Billy Elliot o Verdad o Reto y sabemos que es un bailarín de primera. Así como él, el Circo Atayde se rodea de otros talentos que va consiguiendo por el mundo. Literal. Sus bailarinas son de Suiza, tiene trapecistas también de Argentina, artistas del Cirque du Soleil, a Benny Ibarra cerrando el show en el «Péndulo de la Muerte» -no ése Benny Ibarra-, a la campeona de pole fitness, Erika González del Pliego, haciendo pole aéreo a 10 metros de altura, y al celebrado dueto clown Paquin Jr. y Angelo.

«Cada semana estamos recibiendo material porque los buenos artistas tienen a sus agentes en todo el mundo, nuestra obligación es ir a verlos a muchos países, muchos lejos, muchos cerca. Ahorita viene el Festival de La Habana en junio y vamos a ir a ver qué hay».

Circo Atayde Hermanos.

Cortesía: Circo Atayde Hermanos.

De acuerdo a Alfredo Atayde, curiosamente, a ellos los han perjudicado más los circos pirata o los circos patito (ésos que cobran a 20 pesos la entrada) que el mismo Cirque du Soleil a quien él considera competencia positiva: «Cirque du Soleil es una competencia leal, buena y sana. El Cirque du Soleil o el Circo Ringlin, en su tiempo, dejan buen sabor de boca y la gente viene. Los malos circos nos perjudican», pero también está consciente que Cirque du Soleil se cuece aparte. «Cirque du Soleil es una gran empresa que depende de un país. Es cultura para Canadá y Canadá lo apoya no sólo económicamente con conexiones y todo. ¿Qué pasaría si el día de mañana a nosotros con 130 años algún gobierno nos apoyara? Con el simple hecho de quitar la piratería de los circos Atayde con eso nos harían un gran favor. A nosotros nadie nos apoya, de nuestro bolsillo hacemos las producciones y perdemos algunas veces, es mucho amor al arte».

Circo Atayde Hermanos.

Cortesía: Circo Atayde Hermanos.

¿Y sobre los animales?

«Lo de los animales nos afectó mucho por imagen. Nos volteaban a ver como asesinos cuando no. La gente generalizó. Sí había muchos circos que desafortunadamente maltrataban animales, pero no eran todos. Generalizaron, fue un golpe político y claro que nos afectó».

Circo Atayde Hermanos.

Cortesía: Circo Atayde Hermanos.

El 6 de mayo el Circo Atayde Hermanos deja la Carpa Astros para regresar a su rutina nómada de 130 años y moverse a otro lugar de la República, así que si estás en CDMX y tienes ganas de revivir la sensación del circo tradicional, pero con «un toque significativo de producción escénica», diría Alfredo, no te los pierdas.