Presidiarios y soldados británicos tienen que aprender a hacer su pasado y diferencias a un lado para montar una obra de teatro y encontrar en ella la redención que necesita la primera colonia australiana. Un drama de época con un elenco de primera y visuales que te hacen sentir en las playas de Sydney en 1788.

El telón se abre, las luces se prenden y estamos sobre un barco llegando a tierras asutralianas. Acompañamos a la milicia británica a montar una colonia presidiaria en Sydney donde los presos están conformados básicamente por ladrones y prostitutas que a la menor falla acaban en la horca. ¿Pero a qué tipo de redención pueden aspirar estos hombres y mujeres olvidados y castigados por la sociedad?

El elenco de El Bien del País

Nohemí Espinosa, Antonio Algarra, Salvador Petrola, Artús Chávez, Kirss Cifuentes, Jerónimo Best, Teté Espinoza, Alejandra Ambrosi, Everardo Arzate e Itari Marta (de espaldas).

Esta es la pregunta que se hace el Capitán Arthur Phillip (Everardo Arzate) en el texto de Timberlake Wertenbaker. ¿Cómo hacer que estos delincuentes se conviertan en ciudadanos de ley, no obligados, pero motivados por el sistema legal? El experimento que propone es montar una obra de teatro e intentar redimir a estos innombrables a través del poder transformador del arte.

Del caos nace la conexión, de la conexión la evolución y de la evolución una nueva sociedad para la Australia que conocemos hoy en día.

El elenco de El Bien del País.

El elenco de El Bien del País.

Como Rebecca Taichman (recién ganadora del Tony) lo hizo hace poco en Indecent o Mauricio García Lozano con el musical del Hombre de la Mancha, el director Zachary Fine propone una puesta transparente con una sencilla tarima de madera al centro alrededor de la cual los actores se sientan a esperar su turno de manera visible al público (los puedes ver mientras se caracterizan) antes de pasar a escena e interpretar cada uno a una variedad de personajes en los cuales se transforman ayudados por props y vestuarios que nos llevan a olvidar que hace un segundo fueron soldados y ahora son rufianes. Una propuesta que, pese a no ser completamente innovadora, nos ayuda a vivir junto a los personajes de la obra la artesanía y el detallismo del teatro, y nos hace sentir como si fuéramos parte de la construcción del Bien del País.

La puesta, sin embargo, tropieza en los primeros minutos del primer acto antes de encontrar el ritmo y cariño por sus personajes que resulta tan disfrutable una vez que el texto nos tiene sumergidos en el montaje de la obra presidiaria.

Escena de El Bien del País

El Teniente Ralph Clark intenta poner una obra con convictos.

El verdadero triunfo del Bien del País, sin embargo, se encuentra en el elenco del cual se rodeó el director, que provocan que cada escena se convierta en una batalla campal de transformaciones e interpretaciones de la cual es difícil encontrar eslabón débil. En una puesta tan complicada en la que los actores están continuamente expuestos y tienen instantes de descanso antes de tener que convertirse en otro personaje diferente al anterior, es de admirar lo que actores como Everardo Arzate, Salvador Petrola, Nohemi Espinosa, Tete Espinoza y Jerónimo Best hacen con, básicamente, postura y acento.

Así como La Divina Ilusión (también en el Helénico), El Bien del País se siente como una celebración del arte de hacer teatro y al mismo tiempo un estudio de personajes de la gente que lo conforma. Un imperdible para los amantes del género y un absoluto triunfo actoral para su elenco.

 

El Bien del País se presenta los Jueves, Viernes, Sábados y Domingos del 15 de Febrero al 25 de Marzo en el Teatro Helénico.

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