Una cosa sí te prometemos, jamás te habían contado la tragedia de los amantes de Verona de una manera tan ridículamente divertida. Vas a amar Romeo y Julieta de Bolsillo.

Esta es una obra para los amantes de Shakespeare, sí, pero más importante aún, es una obra para los que Shakespeare les da igual, los textos clásicos les dan un poco de flojera, y si fue escrito en español antiguo ni se paran en el teatro, porque Romeo y Julieta de Bolsillo es esa versión de la tragedia shakespeareana que parece haber sido hecha por el elenco de Saturday Night Live. Y de «clásica» y «antigua» no tiene nada.

En esta Romeo y Julieta son dos maestros de literatura los que te relatan (y actúan) la historia. Un hombre y una mujer que llegan a dar la misma clase de Shakespeare a un salón sólo para darse cuenta que por un error del destino ambos fueron citados para hacer el mismo trabajo, lo que prova que  comience entre ellos una rivalidad. Cada uno quiere mostrarle al otro que sabe más de Shakespeare y en ese intento se avientan Romeo y Julieta (una adaptación muuuuuy libre) de pe a pa, haciendo ellos absolutamente a todos los personajes, y disfrazándose para lograrlo con las cosas que encuentran a su paso: eso es un trapeador o guantes para lavar baños.

Santiago Zenteno, Brenda Arrigunaga, Adriana Montes de Oca y Pablo Chemor.

Santiago Zenteno, Brenda de Arrigunaga, Adriana Montes de Oca y Pablo Chemor.

En esta versión, por cierto de nuestro adaptador shakespeareano favorito, Alonso Íñiguez -que se acaba de presentar en Shakespeare en el Parque y ahora empieza temporada en La Gruta del Centro Cultural Helénico- hay dos elencos que se van alternando, cada uno tan maravilloso como el anterior, y los actores que te puede tocar ver, todos son increíbles. Empezando por Adriana Montes de Oca (reciente ganadora del Premio ACPT como Actriz de Reparto por Noche de Reyes), Pablo Chemor (padrísimo músico al que muchos tienen presente por Hotel Good Luck), Brenda de Arrigunaga (a la que Alonso ya la había puesto a actuar varios personajes en Bright Ideas) y Santiago Zenteno (cuya comedia tenemos grabada en la cabeza desde No La Vi Venir).

Más allá de los props para morirte de risa, no te pierdas el vestuario de Romeo y Julieta que consiste, básicamente, en t-shirts blancas con un corazón rojo en medio que podrían estar vendiendo desde ya en Bazar Fusión.

Romeo y Julieta de Bolsillo es perfectamente familiar e ideal para llevar a ese amigo que nunca quiere ir al teatro. Y si no has visto el trabajo de Alonso Íñiguez con Shakespeare, no te puedes perder Noche de Reyes, todos los lunes en el Helénico porque es una experiencia inolvidable.