La publicidad en calle de La Boda De Mi Mejor Amigo se anuncia con un copy que vende a dos mujeres como «zorras»…y ay ¿a quién se le ocurrió eso?

Eso pasa cuando las agencias dejan que el becario haga todo el trabajo.

La Boda De Mi Mejor Amigo, el remake mexa, ha resultado de lo más controlversial desde el principio. De entrada por ser un refrito a la mexicana de una de las rom-coms de culto más populares y queridas de Hollywood; y ahora porque además, la publicidad ha resultado de lo menos sensible con un tópico que en pleno 2019 debería de tener a la gente eligiendo mejor sus palabras.

Tal vez en los 90′, tiempo en el que Julia Roberts hizo My Best Friend’s Wedding, la palabra «zorra» no había pasado un proceso de cuestionamiento entre la gente y por tanto estaba más normalizada. Pero por más que la peícula venga de esa otra década, ahorita estamos más despiertos…o al menos eso pareciera.

En calle, La Boda De Mi Mejor Amigo se está anunciando con un poster de Minnie West y Mónica Huarte en el que se describe a sus personajes como «Las primas fresas y zorras», y si somos súper honestos, el toparte con uno de esos carteles resulta de lo más aberrante.

Lo que se supone que en una era de consciencia ya está de lo más sobreentendido es que no porque una palabra tenga uso popular significa que sea correcta. No cuando describe o retrata a un segmento de la población de manera humillante, poco respetuosa o que generaliza bajo conceptos patéticos a todo un grupo de gente.

¿Y cómo sabemos si la palabra en cuestión lo está haciendo?

Sólo pregúntense lo siguiente: ¿la palabra «zorro» existe o se usa para describir de manera negativa el comportamiento sexual de un hombre, para insultar o hacer menos? ¿No? Entonces sólo marca la diferencia misógina entre los hombres y las mujeres, haciendo parecer que las mujeres no pueden ejercer su sexualidad con la misma libertad que los hombres sin ser mal vistas.

Una vez contestada esa pregunta, la respuesta es clara. La palabra «zorra» no tiene lugar en nuestro vocabulario. Mismo caso que el «eeeeeh, puto» de la fanaticada futbolera que -en algunos casos- siguen sin entender que no porque ellos no le estén dando una connotación homofóbica al término, eso implica que la palabra tiene menos poder negativo y odioso contra todo un sector de la población.

Prueba de que la palabra carga con una energía de discriminación y machismo el siguiente tuit (y advertimos que está de lo más agresivo):

Y he ahí el por qué actrices como Karina Gidi están reaccionando de la siguiente manera a la publicidad de la película:

Y otros tantos como ella:

Todo mal, La Boda De Mi Mejor Amigo…todo mal.

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